el año del ANTES y el después

sí, es posible Ali.

pero el viento me ha dicho que no lo dejemos escapar

1962

En ese año se produjo un antes y un después.

Bueno, tampoco le daremos tanta épica. “Solo” fue la fuga de Alcatraz.

Un antes y un después.

Lo imposible hecho posible.

Impossible is nothing.

La fuga fue una loa al discurso de Muhammad Ali y a las remontadas del Madrid (me ha venido porque me lo está susurrando Sabina al oído: pongamos que hablo…. No por lo de ayer, que también).

El caso es ese, que 3 cacos consiguieron escaparse de una prisión de máxima seguridad como lo era Alcatraz. La que presumían como imposible de escapar.

Una prisión que además era una isla.

Y que decían que sus aguas tenían más tiburones que una peli de Sharknado.

Pues Frank Morris y los hermanos Anglin lo consiguieron.

¿Por qué lo consiguieron?

Pues porque tenían muchas (pero (mucho) ganas de volar, escapar. Libertad.

Ya, claro ¿y cómo lo consiguieron?

Planeando la fuga durante meses.

Silenciosamente perforaron paredes, se deslizaron por pasadizos hasta descubrir cómo llegar al techo de la prisión para descender hasta la costa y pirarse en una barca estilo compadre (la cosieron a manubrio y la sellaron a base del calor de las tuberías de vapor).

Eso y mucho más: hicieron cabezas para despistar, se inventaron un fuelle para inflar la balsa… mil movidas.

¿Te lo imaginas?

Tuvo que ser espectacular.

Pues qué te voy a decir.

Aquí no hemos hecho nada para estar en la trena. Pero estamos en una cárcel financiera rodeada de tiburones peligrosos (medios y gobiernos).

Fugarse es imposible.

Parece imposible.

Ya no lo es.

Después de mucha preparación, muchas vueltas y muchos años ya es posible.

Internet te permite tener la información al alcance de tu mano si no mueres de infoxificación y alguna trampa. Ahora…

Ya puedes conocer las mejores condiciones para rentabilizar tu dinero (y no las que te cuenta el banco, mira ayer sino…) PERO.

Pero es que además internet ha evolucionado en una tecnología que permite escapar del sistema financiero tradicional. Si es que quieres. Que hazme caso que sí. Que quieres.

Incluso ahora sí es posible lo que hicieron esos 3 personajes.

¿Desaparecer? Bueno, bueno… eso ya… ¿abajo?

Subscribe to keep reading

This content is free, but you must be subscribed to Banca Sin Bancos to continue reading.

Already a subscriber?Sign In.Not now