Misa (¿ni Dios?)

La dicha es buena

Vamo a ver.

Acabo de descubrir una mina. No sé si de oro, pero creo que se viene serie de mails temáticos, o domingueros, no sé.

Empezaría así:

Viernes 18 de junio de 1982, 7:30 de la mañana.

Un cartero londinense encuentra el cuerpo sin vida de Roberto Calvi colgado de un andamio bajo el puente de Blackfriars de la capital británica.

¿Suicidio?

¿Quién es Roberto Calvi?

El banquero de Dios.

Conocido por ese nombre por haber sido el presidente del Banco Ambrosiano.

Y por si no lo sabes el Banco Vaticano (sorpresa) era el principal accionista del Banco Ambrosiano. Ya iremos viendo de esta vaina que da para rato.

Seguimos.

Calvi, había huido de Italia ocho días antes con un pasaporte falso.

Estaba en libertad bajo fianza.

En el interior de sus bolsillos se hallaron 15 000 dólares y dos ladrillos. 

¿Dos ladrillos?

El ladrillo es uno de los símbolos de la masonería (eran picapedreros) y…

¿Recuerdas en qué puente lo encontró el cartero?

Sí, en Blackfriars. Que significa “frailes negros”, el nombre que se daban a sí mismos los miembros de una de las logias masónicas (frati neri) a la que pertenecía el amigo Calvi.

Y así es como empieza el final del desenlace de uno de los mayores escándalos financieros de la historia. La mancha imborrable en las finanzas de la Iglesia, en el Instituto para las Obras de la Religión (IOR) o más conocido como el Banco Vaticano.

Mmmmh… Pues…

Si ¿ni Dios? ha conseguido que haya un Banco decente, ¿lo conseguirán otros?

Quizás, es que nunca tenía que haberse mezclado una cosa con la otra.

Quizás, al igual que se produjo una separación de la Iglesia y el Estado también tiene que separarse la Banca (y el dinero) del Estado. ¿Sí?

Bueno, ni idea.

Pero algunos dicen que mejor cada uno a lo suyo. Que cada uno en su casa, y…

Por cierto, al caso viene esto: Jesús entró en el Templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. 13 «Escrito está —dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”». (Mateo 21:12)

Pues nada. Si quieres seguir su ejemplo… ¿igual abajo(no en el infierno)?

Subscribe to keep reading

This content is free, but you must be subscribed to Banca Sin Bancos to continue reading.

Already a subscriber?Sign In.Not now