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Misa (politiqueo)
y mariconeo
Esta semana la ha marcado la política.
La que se anda sin mariconeos en el perdón de pecados.
Generando un ambiente… (quería mezclarlo con lo que ha dicho Francisco, pero no me sale. Que me persiguen las campanas. Las del reloj, digo).
Oye, ¿es el perdón de pecados una amnistía?
Mmmmh
¿Para qué meterse en estos lares un domingo, en misa?
¿Por qué no hacerlo?
Porque en misa no procede. Y me explico.
Cada uno su opinión y su culo, claro, aunque…
Aunque hace un tiempo me enteré de que algunos están dando su opinión y apoyo cuando se suponen que tenían que aplicar la rotunda neutralidad de su líder.
¿Quiénes? ¿Qué líder?
Quienes: “Obispos rompen la ley del silencio en la Iglesia sobre la política para rechazar la amnistía” - Titular de no recuerdo qué periódico.
La Ley del Silencio.
¿Por qué tienen Ley del Silencio?
¿Por su líder? ¿Por esto?
Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios siervos pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo. (Juan 18:36).
¿Quizás?
Pero oye, otra cosa.
¿Quiénes somos tu y yo para juzgarlo?
Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas (Romanos 2:1)
Amén hermano.
Oye, ¿y todo esto con qué lo podemos hilar?
Pues con la separación de poderes: ¿legislativo, ejecutivo y judicial?
No.
El de la Iglesia y el Estado. Separados.
Porque… ¿siempre ha sido así? No way, wey.
Durante mucho tiempo han estado juntitos, de la mano. Casi sin saber quien era quien. Teocracia. Pero cuidao’, que los sigue habiendo. Mira al este.
El mundo occidental entendió que lo mejor es que cada uno vaya por su lado.
Ruptura de la Iglesia y el Estado. Ese divorcio marcó un antes y un después.
(Mucho) mejor.
¿Quién es nadie para imponerme cómo tengo que vivir?
Su propio libro sagrado lo pone, ¿no?
Que cada uno cargue con su propia responsabilidad (Gálatas 6:5)
La separación de religión y política trajo cambios. Aunque todavía se anden mezclando. Pero lo que cada día empieza a sonar más es otra separación.
La ruptura de una unión que… ¿nunca debió suceder?
El divorcio del dinero y la política. Del dinero y el estado.
Cada vez lo oirás más. Porque ese silencio si se está empezando a romper.
Y de todo eso y (mucho) más va lo de abajo.
Toda una revelación nada mística.
¿Abajo?