Misa (repetir)

Entonces yo les digo: No se cansen de pedir, y Dios les dará; sigan buscando, y encontrarán; llamen a la puerta una y otra vez, y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra, y al que llama a la puerta se le abrirá. (Lucas 11:9,10)

Será el arte de la repetición.

Repetición, ¿la clave?

Al final todo está en los principios.

Y el señor Goebbels lo sabía:  

Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.

Vaya, que la repetición es un arma útil. Como el cuchillo, unos lo usan bien y otros no tan bien, mal.

Fíjate si Hitler le era fiel a su amigo Goebbels y sus buenas-malas ideas (si se basan en la mentira… manipulación) que mira lo que dice un librito de Ernst Hanfstaengl.

"¿Pero cómo puedo inculcar mis ideas en el pueblo alemán sin una prensa? Los periódicos me ignoran por completo."

"¿Cómo puedo dar seguimiento a mis éxitos como orador con nuestro miserable Völkische Beobachter de cuatro páginas una vez a la semana?

"No llegaremos a ninguna parte hasta que se publique diariamente."

Pues ya ves.

Aquí sólo descansamos los sábados. Ya sabes, como los judíos. Será por tocarle un poco los bigotes a Adolfo. Que tonto no era.

Bueno, ¿y qué?

Que muy fácil.

Hay algo (y aquí me viene otra técnica usada por Goebbels, otro día) que se encarga de publicar día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto… los intereses de ese algo.

A ese algo lo hemos llamado Sistema (Banca, Estado y Medios).

No es una conspiración. Es una manipulación.

Y puedes seguir pensando que esto es una exageración.

Claro que sí, pues aquí seguiremos usando su arma: la repetición.

Lo bueno es que aquí, al contrario que Goebblels nos gusta esto:

Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. (Juan 8:32)

¿La verdad de cómo funciona la Banca?

¿La verdad de cómo hacer el dinero que hace la Banca?

¿La verdad de que ahora puedes ser tu propio Banco?

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