PILLADO

para algunos la vida es cabalgar un camino de horas, minutos y

Pues eso, que le han pillado.

¿A quién? ¿Cómo?

Al autor de esta frase: Nadie es eternamente perfecto.

No es que sea su mayor fan (solo uno de muchos, o ya no).

El caso es que ya no vamos tanto(s) Rafa.

Rafa Nadal.

El señor Rafa Nadal ha fichado por Arabia Saudí para promover el tenis por allá.

Y claro, Arabia Saudí no es el adalid de los derechos humanos.

Así que le ha caído la de Alá es Cristo.

Pero ¿por qué?

Por…

Pues por… ¿mentir?

No por otra cosa, que también.

Y el también es cuando viene cualquier aprovechado a llenarse la boca de lo malo que son unos y otros, que si los derechos humanos por acá y por allá… pero luego tienen la misma hipocresía. La misma. Hipocresía. Mayoría.

Fíjate, si le pasa a los mejores (hola Rafa)… ¿no le pasará al normie oportunista?

Pues también. Pero que me lío, perdona. La cosa es que Nadal ha dicho que ha ido con el objetivo de ayudar e inspirar a una nueva generación de tenistas en Arabia Saudí.

Y claro, huele a embuste de aquí a Arabia.

El “todo por los niños” no ha colado.

Ese es el problema. Si hubiera dicho que aquí vengo a hacer dinero como nunca había soñado y que ve plata por todo lado y… que si de paso se echa un peloteo con cuatro chavalines bañados en oro… pues oye, por lo menos hubiera sonado mejor.

Porque “la verdad”, siempre suena mejor.

Aunque sea estridente.

¿Y todo esto por qué?

¿Por qué te cuento toda esta vaina?

Porque en Banca Sin Bancos hablamos mucho de ir descubriendo las mentiras que nos cuelan la banca para beneficiarnos (mucho) de ellas. Utilizarlas.

Y porque también tenemos un por qué.

Pero no hay inconveniente en decirte que lo hacemos por dinero.

Ojo, por el nuestro y por el tuyo. O viceversa.

Pero hay límites (que no somos tu banco).

Hay límites porque precisamente hay un por qué (mucho) más elevado.

Uno que no te tienes por que creer (que ya sabes que cuando hay dinero de por medio… ya tal).

Hay límites porque el por qué más profundo tiene mucho que ver con las experiencias que han sufrido infinitas personas. Muchas. Demasiadas. Entre ellas la madre de un colega. Que se quedó en bragas con las jugadas más guarras de la banca.

De esa historia y de ese por qué más profundo te puedes enterar si le das a lo de abajo (concretamente en uno de los correos que te llegará y en la carta de ventas que aspira al desliz de tu tarjeta).

Además… acordándonos de Alá (aunque hoy no sea de misa) otro de los motivos más profundos es el del egoísmo más radical.

Dios bendice más al que da que al que recibe (Hechos 20:35)

¿Abajo?

Viene con hilada (y confesión) a la que podríamos dedicar otro correo.