por esto NO lo hacen

Cómo? Como en Rolls

tu sabes que te va alcanzar. Y que, a veces, lo mereces

1971

En este año se produce la quiebra de un grande.

Del que hoy conocemos como la marca más emblemática de coches: RR.

En febrero de 1971 Rolls-Royce presenta su bancarrota y empieza su deriva hacia nadie sabía dónde.

Pero hay algo más que pasa en 1971, algo muchísimo más gordo.

Algo que nos está conduciendo a toda velocidad hacia un abismo.

En 1971 el presidente Nixon decide desemparejar el dólar del oro.

Vaya, que los billetes de papel ya no representan una cantidad de oro.

¿Para qué? ¿Por qué?

Que el billete de dólar no tenga un subyacente, algo que represente, permite poder imprimir todo el dinero del mundo (aunque habría que profundizar en el concepto de “dinero”).

Y de aquellas (febrero de 1971) los Estados Gringos querían mucho dinero para pagar caprichos muy caros: la guerra de Vietnam.

Una guerra que… perdieron.

Pero la máquina de imprimir dinero infinito ha estado caliente desde entonces.

A capricho del que toque (cualquier excusa es buena: guerra, bichos, bancos que se rompen…) se le da al botón para crear dinero de la nada. Soportado por la nada, solo por la ilusión de una confianza. Una que se acaba, porque la confianza no es infinita.

Piénsalo.

Cuanta más abundancia hay de algo, menos valor tiene. Y viceversa.

¿Por qué crees que Rolls Roys valen lo que valen?

No son Seat Ibizas y hay gente que no ve uno en su vida.

Alguien pudiera pensar… bueno, pero para eso hay organismos que se encargan de controlar la emisión de moneda y tal. Para regular eso, ¿no?

Ya.

Pues no. Y la historia lo demuestra. Y el naturaleza humana también.

Hablemos del ego (sin hacer referencia a Pedro Sánchez, perdón). El ego es uno de los principales motores del ser humano. Y aunque no parezca, los políticos son… humanos. Quizás, demasiado.

De hecho, muchos de ellos están dominados por su ego, por dejar una huella en la historia. Y en su afán, ¿a quién le importa si un país entero se arruina una generación más tarde? ¿o dos?

(acabo de leer por ahí que al Estado le caben 400.000 funcionarios más, no sé si me bailan las cifras o esto ya es la casa Paco)

Bueno, pues eso. Que si hay que imprimir, se imprime carajo.

Y eso es lo que pasa cuando un Banco flaquea. Que como son considerados too big to fail o harían pupa que no queda bien, pues se rescatan. Se imprime dinero haciendo que el tuyo valga menos. Se interviene el mercado impidiendo su funcionamiento correcto y selección natural.

¿Que tu empresita es una mierda o eres un pelao de autónomo?

Ahí no importas.

Y es normal, está bien. Hay veces que uno no es capaz de leer el mercado, de darle la oferta que demandan. Todos nosotros lo filtramos y el mercado se va adaptando a lo mejor.

Pero, si se cae un banco, corramos todos a ayudarle. Como si fuera una empresa pública (eso da para otro correo).

Total, que en vez que dejar que los bancos mueran por su sistema desfasado y corruptelas, se mantienen con vida contagiando y haciendo aún más grande la bola a través del chute de efectivo que meten los Bancos Centrales, que son políticos.

Haciéndonos más pobres.

Posponiendo lo inevitable.

La quiebra del banco y el sistema tradicional tal y como lo conocemos.

Bien, Rolls Royce presentó su bancarrota.

Y hoy es una de las marcas más emblemáticas de la historia.

Abajo, te introduzco al Rolls Royce de las finanzas.

Entendemos el sistema tradicional, nos aprovechamos de él y cambiamos de rumbo hacia uno (mucho) más prometedor. Uno que te aleja del abismo.

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