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Privilegiada ¿información?
Nah
Sitting on a sofa on a Sunday afternoon. Going to the candidates debate
En realidad se trata del email que acabo de escribir a los que van entrar a esta lista de emails que estás leyendo tú.
Así que, en cierto modo, el privilegiado eres tú.
En fin, ahí va:
Este email pretendía ser muy rápido. Pero a ver qué sale.
Por cierto, es un correo automático. No me voy a reír de ti que para eso ya está tu banco (y el mío). Y si estás aquí es porque en algún momento entraste en el universo de Pepe Díaz y Banca Sin Bancos.
Es así, ¿no?
Si no, ya le estás dando al unsubscribe de abajo.
Precisamente, vengo a darte motivos para que le des a ese botón de abajo.
¿Por qué?
Pues porque voy a darte la paliza un día tras otro para que en algún momento decidas hacer Banca Sin Bancos.
¿Y por qué?
Pues porque creo sinceramente que es algo mejor. Y lo bueno hay que compartirlo. La mejor forma de hacerlo es vendiéndolo (¿cómo? no entiendo…). En los correos que te enviaré verás también por qué.
¿Pero quién soy yo para decirte esto?
Pues mira soy alguien que hace tiempo encontró el universo de Pepe Díaz. La verdad es que creo ser uno de los primeros. Estoy muy orgulloso de eso.
Y estoy más orgulloso de que ese universo puede no acabarse nunca. Yo, ahí sigo. Porque como dice Pepe, no te creas a alguien que no tiene skin in the game. Yo, con él, y con Banca Sin Bancos, lo tengo. Créeme que en ningún momento me ha dicho lo que escribir ni cómo ni na’.
Es lo que tiene Pepe. Un zumbao’.
Además de ser un tío muy (mucho) generoso.
Estás en tu derecho de dudarlo. Yo lo haría. Pon a prueba lo que digo.
Pero que quién eres
Mi nombre es… bueno, aquí me llamo Conde Sin Mario. Como Banca Sin Bancos pero en Conde Sin Mario. Todo tiene que ver con una historia. Una historia que encaja muy bien con el propósito de Banca Sin Bancos.
¿Conoces a Mario Conde?
Pues entonces ya irás atando algún cabo. Si no (y si te quedas) los irás atando fuerte. Aunque el Sistema no lo quiera.
Pues eso, que no me enrollo más. A partir de ahora recibirás correos casi diariamente. Los sábados solemos descansar como los judíos, aunque los domingos tenemos misa (una especie de correo que destaca algún proverbio de sabiduría bíblica relacionado con la banca, más o menos).
En los emails podrás comprar diferentes productos pero se escriben con el firme propósito de que disfrutes leyéndolos (yo disfruto escribiéndolos), de que aprendamos cosas y de que finalmente hagamos… Banca Sin Bancos.
Por todo ello te animo a que si esto no te encaja, le des al unsubscribe.
Tu banco te lo agradecerá.
(Y si no vas a leer yo también. De verdad, no pasa nada)
PD: Por cierto, los emails suelen empezar con alguna estrofa de la canción que está sonando en mis cascos.
Y ese otro abajo (aunque poco) va a cambiar