Trabajé en un banco (y pasó esto)

¿Robé?

se están muriendo de envidia

Sí, trabajé en un banco

Alguna vez lo he dicho, creo.

Pero como no te acordarás, te cuento.

Estuve unos 6 meses en el banco más popular.

Resulta que estaba currando en una fábrica en el país de los kartofel y sonó el teléfono de aquel banco. Recuerdo aquel momento casi como un éxtasis.

Casi así

Volver a Españita (Ibiza encima) a currar en un… BANCO.

Ahí os quedáis con las kartofels!!!

Pensaba que sería un semidios de las finanzas y los billetes.

Lo digo porque antes se tenía la idea de eso. De que si entrabas en un banco ya tenías la vida solucionada. O eso pensaba yo. O eso sigue pensando mucha gente. No sé, depende donde te muevas. Pero vaya, que cualquier trabajador de banco no le da pa’ muchas pipas. Sus trajes ya no son ni de El Corte Inglés y a algunos más te valdría hacerles un corte de mangas.

En fin, que me lío.

¿Qué ví ahí? Fachadas.

Pues nada. Hice el trabajo de un cajero de súper. Muy parecido.

Y dirás, hombre ya, pero es que yo voy con el dire. Y el dire me llama a los de banca privada, que además van de casual friday y son colegas ya…

Todo parecido, por muy beautiful people que te lo vendan.

Resulta que me tocó desplazarme varias veces a la central de baleares (ahí, en Palma) para votar no sé qué historia de representantes porque era el más pipiolo de la regional. Y tenía que estar con el más veterano de la regional, en una mesa.

Bueno, pues allí coincidí varias veces en la sede con los de banca privada.

¿Qué pasó?

Pues nada.

Yo no soy muy listo, pero vi que ellos tampoco eran Einstein.

Ojo, gente muy maja. Que una cosa no tiene que ver con la otra.

Total, que desde dentro parecía lo que era. Lo que es. Un paripé.

Y pasaron 6 meses.

A ver, no me echaron. Pero casi.

Te recuerdo que estaba en Ibiza, ¿sabes lo que cuesta un alquiler en Ibiza?

Durante el invierno me lo pude permitir, pero llegó primavera. Y al igual que la sangre, ahí la cartera también se altera. Lo que pagaba en un mes lo tenía que pagar en una semana. El sueldo no llegaba a 2.000 pavos, así que no me echaron pero me echaron.

Me ofrecieron Menorca (más de lo mismo) y Valencia.

Pero es que eso no era lo mío. Ya había empezado a sentir algo por los bancos.

Algo que no era bueno. Se me cayó un mito que ya no calló.

Y pasaron años

Y caí en otra cosa peor que un banco (pero eso es otra historia).

Y tampoco me echaron, pero también me fui.

Y al poco de irme descubrí algo.

Sí, lo de abajo.

En lo de abajo, le leí a una chica este comentario:

Estoy cabreada. Llevo mucho tiempo invirtiendo en un fondo que me recomendaron en el banco y acabo de descubrir, mirando lo que explicas en la lección de XXX que en estos años el banco me ha robado más de 5000 euros sin darme yo ni cuenta. Menudos ladrones”

Arriba tuve que vender algunos de esos fondos.

Abajo se vende otra cosa.

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