Una experiencia aterradora

palabras que se lleva el viento, palabras más

Estaba terminando mi libro sobre Agassi y mi madre me llamó y me dijo que estaba viendo por televisión que mi banco estaba quebrando.

Sigue así:

Fui, retiré el dinero y lo metí en otro. Una experiencia aterradora.

¿Se acabó?

Días después mi madre llamó otra vez y ocurrió lo mismo

Espera, espera, que viene lo mejor:

(...) Después reflexioné sobre estos viles banqueros que habían generado esta crisis global, que habían generado todo este dolor y sufrimiento y me pregunté, como narrador de historias, cómo podía expresar mi ira hacia ellos.

Me pregunté ¿Quién odia a los banqueros más que yo? Recurrí después a Google. Enseguida apareció el nombre del ladrón de bancos más legendario de América.

Y así es cómo empieza esta historia.

La historia sobre la redacción de uno de los mejores libros sobre uno de los mejores ladrones de bancos de la historia: Willie Sutton.

Al teclado (y dueño de las anteriores frases) J.R. Moehringer. Uno de los escritores de biografías más aclamado (tiene un Pulitzer con la de Agassi y la de el creador de Nike dicen que es canela).

Pues Moehringer sufrió en sus carnes lo que puede pasar con tu banco.

Ya sé que crees que eso a ti no te va a pasar. Puede ser.

Lo que muchos no saben es lo que les está pasando de hace mucho. Mucho tiempo. De lo que pierdes.

Sin hablar de lo que dejas de ganar. También mucho.

¿Tendrá Banca Sin Bancos una historia similar?

Pues sí, la tiene.

Y es una que duele (mucho).

Porque peor que te pase a ti, es que le pase a alguien que quieres (mucho).

Ese fue el germen de Banca Sin Bancos.

Una auténtica guarrrada bancaria.

Ya todo es distinto.

Pero demasiadas historias por hoy, ¿no?

No sé cómo lo ves tu, pero hay historias que merecen ser contadas.

No es por entretenimiento, es por conocimiento. Aunque no te vas a aburrir.

De hecho, cuando sepas cómo funciona el dinero… de todo menos aburrirte.

Y cuando ves cómo darle la vuelta a tu situación. Cuando ves eso…

Cuando no sólo sabes sino que haces y ves que…

Es revelador. Aunque puedes pensar que miento.

¿Miento? Ayer hubo un notición.

Abajo