Misa (el elegido)

clientes al filo

(por si no estabas antes, empezamos a ver el origen del Banco Vaticano. Tela)

El domingo pasado hablamos de como un tío llamado Nogara empezó a gestionar las finanzas del Vaticano.

Nogara fue el que lideró la creación de El Banco Vaticano (IOR)

Y tenía unas prácticas… mmmh… no sé… podríamos decir que no estaba muy católico (dedazos, paraísos celestiales fiscales, compras dudosas a regímenes dudosos…).

Pero el correo terminaba así:

¿Te ha gustado Nogara?

Pues tranquilo, que igual el siguiente te gusta más.

¿Y quién fue el elegido? ¿el mesías financiero por venir? ¿el siguiente?

El señor Paul Marcinkus.

Nogara era un profesional de las finanzas y vaya si lo demostró en el Vaticano…

Así que, después de ese “genio” no se conformarían con menos, ¿no?

Bueno, pues el currículum y experiencia financiera del amigo Paul era más corto que el de un político, pero…

PERO, ¿la nueva profesión de moda tuvo un precedente?

Atente (Koldo)

Paul Marcinkus llegó a Roma como un joven sacerdote. Y fue medrando por méritos impropios. Como medía casi dos metros y estaba más fuerte que el vinagre acabó convirtiéndose en el guardaespaldas de Pedro Avaros Pablo VI .

De hecho, su mote era "el Gorila".

Chavales! Ya sabéis la nueva profesión para alcanzar la libertad financiera

Bueno, pues de guardaespaldas (voy a evitar mencionar paralelismos con samaritanas del amor por no extendernos) ascendió a obispo.

Y de obispo pasó a dirigir el Banco Vaticano. Olé.

¿Qué paso?

Pues que si creías que Nogara podía ser malillo por ser laico… espera a ver las jugadas de “el gorila”, el obispo banquero.

Empieza la época más negra del Banco Vaticano.

Marcinkus, en un principio, parecía tener éxito. Los fondos se empezaron a multiplicar como si fueran panes y peces. Al Paul le molaban las operaciones especulativas arriesgadas, pero… ¿será que contaba con ventajas?

Es ahí cuando se empieza a conocer los flirteos del Marcinkus con la mafia.

¿Dios los cría y ellos se juntan?

Empiezan a saltar más alarmas por la continuada vinculación (25%) del IOR con la Banca Privata Finanziaria, presidida por el siciliano Michele Sindona.

El amigo Sindona tiene vínculos mafiosos evidentes y probados y resulta que en 1969 (todo muy guarrillo) se convirtió en el hombre fuerte del IOR gestionando sus inversiones extranjeras. Siempre salpicadas por su alto riesgo y dudosa legalidad.

El amigo de Marcinkus, Sindona, además de mafioso era masón y neofascista, como Calvi (el del primer email de esta serie). Y su banco se fue abajo, se cayó, a la arbolada. Y el se fue a la cárcel, donde le esperaba un café con cianuro.

¿Qué te va pareciendo la historia de Paul y sus amigos en el Banco Vaticano?

A que da para peli.

Pues claro, bro! El Padrino III se inspiró (¿espíritu santo?) en Paul Marcinkus para crear el personaje del arzobispo Gilday. Acuéstate y suda.

No sé si quieres más, pero la semana que viene…

¿No empieza la Semana Santa?

Sigue oliendo a sucio en las finanzas y en los Bancos (ya verás con la siguiente dominical), así que, quizás, te merezca la pena ser tú quien maneje lo tuyo.

Algo así como tener tus reglas, tu… ¿banco? Sin mafias.

Abajo, no en el infierno. Abajo.

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