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qué hay de lo (mío) TUYO
cuando ya no está
toca bien Jorge, eh… ah, qué bueno es…

Greta Garbo (tiene un rato)
La foto es por empezar bien.
A ver, que puede ser que esté un poquito descontextualizada la foto, la cita y tal, pero es que es tan rica…
Si te has perdido el de ga-ran-ti-za-do o el de lo qué hacen con tu… pues no pasa nada, ahí los tienes. O puedes seguir por aquí. Lo que tu quieras, que no soy tu banco.
El caso es que en el anterior correo dejamos pendiente esta pregunta:
Si quiebra mi banco, ¿qué hay de lo mío? ¿qué pasa con mi dinero?
Bueno, tranquilidad Greta. Ya vimos que en el viejo continente Europeo tenemos las cuentas bancarias aseguradas hasta los 100.000 pavetes.
Que eso, que ga-ran-ti-za-do.
Oye, ¿tú sabes si se ha probado alguna vez? Porque parece que nunca se ha probado.
¿Querrías ser el primero en saltar a la piscina a ver si hay agua?
No sólo eso, si pensamos en el estrecho vínculo que hay entre los bancos y las aseguradoras y resulta que el que quiebra es un banco… pues no sé Rick, igual hay lío.
Nah, tranquilo. Ya lo probarás.
¿Sabes por qué? Porque algún día (quizás lejano, o no tanto) el banco quebrará. Y cuando eso pase igual hay SORPRESA.
¿Qué sorpresa?
Esta: Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor.
Una ley lanzada en el 2010 por el amigo Obama para que los bancos se consideren too big to fail. Sí, demasiado grandes para caer.
Eso, ¿qué quiere decir? Que habrá que mantenerlos sí o sí.
Y para mantenerlos el banco puede congelar tus cuentas. Pero no para dejarlas ahí quietitas, no. También pueden usar el dinerito de tu cuenta para salvarse de la quiebra.
¿Cómo? Sí, que pueden usar tu dinerin para pagar sus deudas y no caer.
Vaya, bueno… Pero eso es en Gringoland.
Ya. Ya sabes que lo de allí suele venir por aquí un poquito más tarde. Que somos retrasados, o vamos con retraso, vaya.
La Ley Gringa era del 2010.
Oye… ¿qué paso en 2013 por aquí cerca, ahí en Chipre?
Pues en Chipre copiaron el método Gringo. Los bancos (y cómo no, el gobierno) de Chipre robaron el dinero de sus clientes para pagarse ellos mismos la salvación.
Eso, que sus beneficios no los hueles pero sus pérdidas te las comes.
Hay que socializar, clara que sí, pero las pérdidas.
Que ojo, encima es que dominan el relato. Porque nos meten en la cabecita de que es lo mejor que puede pasar, salvar a los bancos. Si no sería el apocalipsis.
Vaya, un colega con mala legua dice que encima de fulana pones la cama.
Así es como nos tratan los bancos y sus gobiernos, ¿o viceversa?
Y si no tienes dinero en ese banco, te va a dar igual porque recuerda que cuando cae uno también se imprime dinero nuevo (calentito) que pagamos todos con la caída del poder adquisitivo.
Bueno, eso quizás mejor mañana, que sigue habiendo miga.
Para hoy (y siempre)… ¿lo de abajo?